Cuando coge cariño es muy tierno, pero con los desconocidos y niños suele ser un tanto arisco. Es muy tranquilo e inteligente, aunque también es curioso y juguetón con las cuerdas, rascadores y de otros juguetes. Es sensible a los ruidos fuertes y a los movimientos bruscos. Le encanta tumbarse al fresquito y que nadie le moleste. Cuando quiere cariño, te lo hace saber acercándose él.
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